Atropello en Berlín | Balance de víctimas provisional: 9 muertos y al menos 50 heridos. Detenido el conductor. https://t.co/JoB9loEM9V pic.twitter.com/ZVvnsErkb0— RTVE (@rtve) 19 de diciembre de 2016
Siguiendo con mucha atención los acontecimientos en Europa. Condenamos con rotundidad. Nuestra solidaridad con las familias de las víctimas.— Pablo Iglesias (@Pablo_Iglesias_) 19 de diciembre de 2016
Los atentados terroristas no son ‘acontecimientos’. Qué poca vergüenza!. http//twitter.com/Pablo_Iglesias_/status/810963173167812608— Rosa Díez (@rosadiezglez) 19 de diciembre de 2016
Hubiese entrado Rosa Diez como un elefante en una cacharreria si el autor del tuit hubiese sido otro? Está mínimamente justificado juzgar de esa manera la vergüenza de Pablo Iglesias por haber catalogado como "acontecimientos" lo que ocurría ayer en Berlín, sin que -recordemos- todavía hubiese ninguna confirmación de qué había ocurrido exactamente?
Qué pretendía con su contestación (con retuit, por supuesto) si no atacar moralmente la figura de Iglesias? Hace falta decirlo? Evidentemente no. Pretendió aprovechar la ocasión. Aprovechar la ocasión, sí !
Si lo de la poca vergüenza no es ésto ...
Si lo de la poca vergüenza no es ésto ...
Y conste que cada día me alejo más de lo que representa Pablo Iglesias ni me gustan muchas de sus últimas actitudes pero la inquina de algunos dinosaurios políticos, en general (léase Bono, Felipe Glez, prácticamente todo este rancio PP, etc ....) pero de Rosa Diez, en particular, con cualquier cosa que salga de Podemos o sus dirigentes es deplorable. Ocurrió con Zapata y sus tuits sobre Irene Villa, contradiciendo y aleccionando a la propia afectada y moralizando sobre lo que debía dolerle o no a los españoles, Irene Villa incluida, ocurrió con el esperpentico caso de los titiriteros, donde reclamaba un "acto ejemplarizante", ocurre ahora con el mensaje cuasi institucional de preocupación de Pablo Iglesias (por cierto, recurrente en multitud de dirigentes políticos en las primeras horas tras unos atentados) y ocurre cada vez que cree, ridículamente, que tiene ocasión para desprestigiar de alguna manera a cualquier "podemita anti-sistema". Patético.
Ese discurso. Esa altiva superioridad moral. Esa histrionica postura de escandalizada permanente. Esa huida hacia delante, sin pudor ...
Y todavía se lleva las manos a la cabeza preguntándose en voz alta cómo los españoles han podido ser tan ingratos y estúpidos a partes iguales por no colocar a UPyD, y por supuesto a Ella, como un partido mayoritario en España, referente de la honorabilidad, la decencia y la moral patria.
Solo se me ocurre cerrar ésto parafraseando a ese señor tan campechano que cazó algún leon:
Sra. Diez, ¿por qué no se calla?